POR: MELINA COCARO

Actualmente la comunidad científica reconoce los cambios profundos que se han sucedido en materia de salud en el mundo estos últimos 50 años.

Abordaje integral de las enfermedades crónicas no transmisibles

Los avances científicos, la organización en la atención de la salud y la mejores condiciones de vida de las personas, ha disminuido la mortalidad tanto infantil como la de los adultos en todas las enfermedades prevalentes, esto hizo que se prolongue la vida de las personas.

O sea, que se ha modificado la epidemiología, tomando un papel preponderante las enfermedades crónicas (EC), produciendo modificaciones en las estrategias de los programas de salud a todo nivel.

Hasta los años 50, se consideraba portador de una EC a aquella personas que tenía una entidad bien definida desde lo biológico, que era de larga duración, que no tenía posibilidad de curación, como ser una diabetes o una parálisis cerebral.

Esto se ha debatido ampliamente, particularmente por los sociólogos y los psicólogos, quienes por estudios empíricos dicen que hay aspectos comunes a todas estas condiciones de cronicidad y que van más allá de categorizar a las personas.

Por los tanto para establecer estrategias de salud habrá que mirar el conjunto de estos problemas. O sea que, aunque la duración de la enfermedad sea el elemento básico para juzgar la cronicidad, también interesan, en términos de prevención, rehabilitación y costos, la enfermedad, el compromiso funcional y la presencia de múltiples daños

Las causas de la incidencia de las enfermedades crónicas no transmisibles tienen una distribución que varía más entre países y regiones en el mundo que entre los individuos que habitan dichos lugares.

La transición epidemiológica y demográfica de las últimas décadas ha generado un incremento de las enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), principalmente la enfermedad cardiovascular, la diabetes, el cáncer y la enfermedad respiratoria crónica.

La atención de personas con enfermedades crónicas requiere pasar de un modelo reactivo, centrado en la enfermedad, a un modelo pro activo y planificado, centrado en la persona y su contexto. Un modelo que garantice una buena calidad de atención, facilite el seguimiento longitudinal, favorezca la participación activa de la persona con enfermedad crónica y promueva la adherencia al tratamiento.

La atención de personas con enfermedades crónicas requiere un abordaje biopsicosocial que haga foco en la adherencia, y que tenga en cuenta el contexto social y cultural de la persona. Para esto, es necesario contar con un equipo interdisciplinario con funciones y tareas claramente definidas para cada uno de sus miembros.

La atención y relación de las personas con enfermedades crónicas con los miembros del equipo de salud es mejor y más coordinada cuando ambos están informados y se comprometen con el plan de cuidados.

Cuando el equipo está preparado ofrece una mejor calidad de atención.

Cuando una persona con una enfermedad crónica sabe a qué atenerse en relación con el tratamiento, se sentirá más involucrado con su automanejo y estará más capacitado para tomar decisiones.

El equipo de salud debe promover la participación de las personas con enfermedades crónicas en su tratamiento, brindándoles información y explicándoles las recomendaciones basadas en evidencia, para el control de su enfermedad.

Con la intención de promover la participación comunitaria en la promoción, prevención y tratamiento de las enfermedades crónicas no transmisibles, en el mes de agosto el Servicio de Oncología de la ciudad de Alberti a cargo de la dRa. Viviana Perdomo implementará diferentes talleres de educación terapéutica para el abordaje de las patologías crónicas más frecuentes.

Se enseñara cómo llevar a cabo el tratamiento adecuado y tienen como objetivo primordial mejorar la calidad de vida de quienes las padecen.

El objetivo final es establecer el compromiso de aunar esfuerzos entre las partes para trabajar, a través de los ejes de la actividad física y la recreación, como factores fundamentales para contribuir al fortalecimiento de la salud de la población y para el abordaje integral de personas, en especial en lo que respecta a la prevención y tratamiento de pacientes con enfermedades crónicas no transmisibles.