Continúan las reuniones en la Iglesia de la Ciudad


 Esta pandemia, ha afectado a gran parte de la sociedad, desde PyMES que han tenido que cerrar, perdiendo mucho dinero y teniendo que seguir pagando servicios, sueldos, alquileres. Trabajadores que han visto disminuido sus sueldos, empresas que han tenido que cerrar de manera definitiva, por lo tanto más desocupación, y muchos puntos malos ha dejado y seguramente seguirá dejando esta pandemia del coronavirus.

LA FE DISMINUIDA POR LA PANDEMIA QUE DE A POCO SE VUELVE A FORTALECER
 

Aunque muchos no lo crean, esta pandemia afectó a las Iglesias y muy especialmente a sus creyentes que tenían en una reunión, palabra de aliento para seguir transitando el camino de la fe. No hablamos, en este caso, de lo económico sino desde lo espiritual, porque muchas personas, durante tres largos meses se vieron debilitadas en su fe, por el hecho de no poder concurrir a las misas si hablamos de la Iglesia Católica o los cultos, si nos referimos a las iglesias evangélicas. 

La necesidad de escuchar una palabra de fe, de esperanza, de aliento se hace fundamental para el ser humano en un momento como el que se está viviendo, lo han hecho vía redes sociales, pero no hay nada más hermoso que recibir la Palabra de Dios, en forma presencial, en la Casa de Dios. Es por eso, que la «Iglesia de la Ciudad», de los apóstoles  Guillermo y Mónica Fanucce siguen, desde que se permitió el regreso de los servicios religiosos, brindando en su templo de calle Urquiza 365, reuniones con una Palabra de Dios, que siempre llegan a los concurrentes. Así como la neblina, la humedad y por momentos una tenue llovizna, se hicieron presentes, ayer por la mañana en Bragado, todo eso quedó de lado con la Palabra de Dios y el mensaje que dejó la pastora Mónica Domínguez de Fanucce.

LA AYUDA CONTINUA

Con el aporte de quienes pertenecen al Ministerio, a la Iglesia de la Ciudad (CMM), la iglesia continúa ayudando a los más necesitados con la entrega de alimentos NO perecederos, en estos tiempos, en la necesidad sigue siendo una de las angustias de muchas familias.

Por eso, los pastores Guillermo y Mónica Fanucce agradecen el esfuerzo de la gente que concurre a las reuniones, prestando su colaboración para quien la necesite.