Por: Fernando Neri, concejal de Acción para el Desarrollo

Es desalentador que frente al esfuerzo de la sociedad, el Gobierno Nacional sea noticia por la utilización de fondos en la compra de alimentos

Luego de que este lunes se publicaran en el Boletín Oficial siete resoluciones del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación donde se autorizó a la compra masiva de alimentos básicos para abastecer a los sectores más vulnerables en el marco de la epidemia del coronavirus, el sistema político vuelve a sacudir a los argentinos con una noticia abrumadora.

Cualquier ciudadano de a pie, medianamente informado, concluye en que lo sucedido es de tarados (definición: que ha perdido el juicio o se comporta como tal)o de nefastos. Haber pagado una botella de aceite de 1,5 litros a $166,58 por encima de los $121 de se fija en losPrecios Cuidados (37% más) o por un kilo de azúcar cerca de $75, que representa un 25% más de lo que sale paquete de primera marca como Ledesma, resulta indefendible.

Además, resulta abrumador, que habiendo pagado164 millones de pesos para la compra de 340.000 envases de aceite comestible a la empresa Sol Ganadera; otros 340.000 envases del mismo producto a la empresa Copacabana; y otras 340.000 unidades a la empresa Teylem, o que habiendo abonado más de 86 millones de pesos  por la compra de fideos semolados a las empresas Foraim, Copacabana y Sol Ganadera o más de $51 millones de pesos por azúcar a las empresas Copacabana y Alimentos Generales y más de 171 millones de pesos en paquetes de lentejas secas a las empresas Copacabana, Forain y M.H. Accurso, el Gobierno ensaye como una de las explicaciones, en que por la urgencia no tenía capacidad de negociar el precio.  

No haber pagado por cada uno de esos productos el valor de referencia que el propio estado publica, torna a todo lo sucedido como repudiable.  Es un insulto a la inteligencia.  Una forma muy canallesca de tomarnos el pelo y exigir que en nuestros pueblos nos enfrentemos entre consumidores domiciliarios y despenseros agobiados por la crisis, cuando el propio gobierno, en forma burda paga hasta el 51% más en una compra millonaria a intermediarios desconocidos en el mercado

Como pueden nuestros gobernantes pedirnos que en nuestras ciudades, en nuestros barrios vayamos a exigirles a los comerciantes tironeados entre los distribuidores y la crisis, que respeten “precios de referencia” que son imposibles de sostener.

El Gobierno Nacional no puede controlar a “tres” intermediarios por compras millonarias, pero no duda en fomentar el enfrentamiento entre consumidores, comerciantes y Municipios en el medio de la crisis por el control de precios. 

Lamentablemente, lo sucedido es una nueva bofetada para el argentino medio que está cansado de realizar sacrificios.  Es un hecho que debilita aún más  el sistema democrático de nuestro país y a un gobierno que tiene un largo periodo por transitar.

Por tal motivo, no tengo dudas en acompañar la posición de la Concejal de la UCR Viviana Morossini y de considerar, que la representación política del Presidente Fernandez en nuestra ciudad debería manifestarse en igual dirección, exigiendo al Presidente que  adopte para con el Ministro Arroyo las más severas decisiones.

Este contexto de mayor sensibilidad para los argentinos exige que los Gobiernos –entre ellos el Municipal- y las instituciones del estado –como el Concejo Deliberante- adopten el máximo de apertura y funcionamiento.Ya no alcanza con que el estado cumpla con sus funciones indelegables, sino que es necesario que se fomente la participación de la sociedad en el control de los recursos y en la planificación de las acciones de gobierno.