Celina Sburlatti se posiciona hoy como una figura destacada en la política bonaerense. Con una trayectoria marcada por la militancia, el compromiso local y un fuerte apego a los ideales del alfonsinismo, se presenta como candidata a diputada nacional por la lista de Proyecto Sur, en la provincia de Buenos Aires, encabezada por Ricardo Alfonsín.

Sburlatti, ex concejal y ex Presidenta del Comité de la Unión Cívica Radical de Bragado, aporta una voz con experiencia de gestión municipal y territorial. Su compromiso con las demandas sociales cotidianas se complementa con una postura firme frente a los grandes debates nacionales: la defensa de la educación y la salud pública, la solidaridad con quienes más lo necesitan, así como la importancia de la democracia social.

Uno de los temas que más la moviliza es la salud: Sburlatti ha denunciado los intentos de recortes en financiamiento al Hospital Garrahan, calificándolos de “insensibilidad absoluta” por tratarse de una institución que salva vidas de niñas, niños y adolescentes. A su vez, reivindica la universidad pública como el espacio de igualdad real, en donde el origen social no determine las oportunidades, sino las ganas, el esfuerzo y el talento.

Sburlatti también pone en valor la participación ciudadana. Ha celebrado que las protestas, las marchas ciudadanas y los reclamos sociales hayan recuperado voz y visibilidad, entendiendo que un Congreso atento debe conectar con esas expresiones populares, como lo hacía en los años de Raúl Alfonsín.

En cuanto a la orientación política, se ubica en clara oposición al modelo de gobierno de Javier Milei, al que define como “anti-política”, privilegiando en cambio el diálogo, la construcción colectiva y el consenso, aunque reconociendo que no siempre se llegará a acuerdos.

Además, Sburlatti plantea una mirada concreta para la provincia de Buenos Aires: trabajar con “fuerte identidad bonaerense”, defender los derechos previsionales provinciales frente a posibles borroneos institucionales —como en el caso del organismo de previsión social (IPS) frente a propuestas de traslado de competencias—, y atender los problemas urgentes: salud mental, pobreza, personas en situación de calle, derechos de personas con discapacidad.

Su ubicación en la lista —cuarto lugar detrás de Alfonsín, Cassese y López— evidencia que su aporte no es sólo simbólico sino también estratégico para el espacio.