La doctora Silvina Riat brindó valiosos consejos para todos aquellos que se exponen diariamente al sol y al calor agobiante.

Con estas temperaturas extremas que se están registrando en estos tórridos días de verano es muy factible que se produzcan casos de lo que se conoce como «golpe de calor». La doctora Silvina Riat, del área de Epidemiología del Hospital Municipal, se acercó a los estudios de FM Actualidad para advertir a toda la comunidad acerca de qué es el golpe de calor, a quién afecta, cuáles son sus síntomas y cómo prevenirlo.

«Hay gente que cree que el golpe de calor es salir de un ambiente fresco a la calle. En realidad no. El golpe de calor se da por la exposición prolongada a altas temperaturas, que puede ser por contacto directo con el sol o por estar demasiado tiempo en lugares cerrados sin ventilación y con altas temperaturas. En esas dos circunstancias se producen cambios en nuestro cuerpo por aumento de la temperatura, como la pérdida de agua y de electrolitos, dos elementos fundamentales para que nuestro organismo pueda funcionar bien», explicó la profesional de la salud.

Frente al calor excesivo y al perderse agua y electrolitos, comienzan a aparecer manifestaciones de afección de la salud, tanto física como mental.

Entre los síntomas Riat señaló: «Comienza a aumentar la temperatura por encima de los 37 grados, alcanzando 39 grados o más. En esas circunstancias aparecen sed intensa, boca seca, piel seca, cansancio, agotamiento, falta de apetito, dolor en la boca del estómago, náuseas y vómitos, dolor intenso de cabeza por la deshidratación, calambres y alteraciones en la motilidad, como por ejemplo inestabilidad. También aparecen cuadros de confusión mental y se puede llegar hasta el coma. Todos estos síntomas pueden aparecer inmediatamente al momento en que uno se expuso a altas temperaturas, pero también pueden aparecer días después. A veces estos síntomas no se asocian a un cuadro de deshidratación y no se le da mucha importancia, entonces puede terminar en un cuadro grave».

El público más vulnerable a un golpe de calor son los niños menores de un año, los adultos mayores de 65 años, pacientes con enfermedades crónicas (respiratorias, cardíacas, renales o afecciones hepáticas) y personas que están cursando un cuadro gastroentérico (diarias, vómitos y fiebre).

Para todos ellos, las recomendaciones son:

– Tomar continuamente líquido, aunque uno no tenga sed. Puede ser agua o jugos naturales de frutas o verduras (que contienen agua y electrolitos como potasio, sodio, magnesio, entre otros). El alcohol está contraindicado para hidratarse, al igual que las bebidas que contengan cafeína o una alta cantidad de azúcar (como las gaseosas).

– Evitar el consumo de alimentos pesados, de difícil digestión y tratar de incorporar más cantidad de verduras y frutas en la dieta.

– Salir a hacer las actividades en horarios que no sean desde las 10 de la mañana hasta las 16 horas. En caso de tener que salir hay que usar ropa clara, liviana, holgada, en lo posible de algodón, usar sombrero o gorra y pantalla solar.

– Si la persona está en ambientes cerrados debe tener la precaución de ventilar el lugar y mojarse el cuerpo cada una hora o más de una hora.

Fuente: Actualidad.com