• Contra el aumento de las retenciones – La Ruta 5 y 46 fue el punto de encuentro de los productores
     

El campo bragadense se manifestó, ante ello un nutrido grupo de productores de nuestra ciudad, se dio cita en la intersección de las rutas 5 y 46, para manifestarse en contra del avance del gobierno contra el sector. 

El campo bragadense se manifestó

Convocados por Federación Agraria y Sociedad Rural, se hicieron presentes también productores de los denominados auto convocados de Carlos Casares, Veinticinco de Mayo y Chivilcoy.

También asistieron los concejales Alexis Camus (UPB), Lilian Labaqui (UCR), Gladys Belén (APD) que integran la bancada de Juntos, entre otros dirigentes políticos que comparten una visión crítica al rumbo tomado por el Gobierno Nacional con sus incesantes ataques a la producción en general. 
 

Cerca de las 16.30 horas, se dio inicio a la asamblea, en la que hicieron uso de la palabra, los presidentes de las entidades locales, y el autoconvocado De la Serna, para luego, ceder la palabra a los asistentes, en la búsqueda de posibles futuras acciones. 

Walter Malfatto, comentó algunas ideas que se analizan, con una posible convocatoria a la Capital Federal.

También, hicieron uso de la palabra productores de ciudades vecinas que se acercaron, que pusieron de manifiestó su preocupación por el actual contexto, y la terquedad del gobierno en avanzar nuevamente contra el campo.
 

Uno de los mensajes más sentidos, fue el de Daniel Coppola, de la ciudad de Bragado, reconocido por su voluntad y solidaridad, pero además por su permanente capacidad de emprender actividades empresariales, comprometido además con la ayuda social. 
 

Coppola comentó que es preocupante esta situación que atraviesa este país, sobre todo si se reedita un conflicto como el de 2008, y lamentó que el P.E castigue tanto a los ciudadanos que intentan emprender.
 

En una jornada donde el campo bragadense se manifestó, hubo muchos más mensajes, pero todos giraron en torno a la preocupación que genera una posible suba en las retenciones, que se sumarían al daño que ya generan el desdoblamiento cambiario y la asfixiante presión tributaria.