• La empatía, la solidaridad de Farmacia Monzón, difícil de igualar

He escuchado decir que la Farmacia Monzón es la «farmacia de la gente» o dicho de otra manera, la «farmacia del pueblo».

 Coincidimos plenamente y si decimos que es la Farmacia del Pueblo, no es porque sea la única que hay, pero si es la farmacia que siempre da el primer paso en cuestiones de beneficiar a la gente, a sus clientes.

 Muchas han sido las iniciativas que ha decidido Daniela Monzón llevar a cabo.

 Siendo concejal del Partido de Bragado, pensó en las personas con movilidad reducida que necesitan llegar fácilmente a alguna farmacia y presentó un proyecto que luego fue incluído en Ordenanza General de Tránsito .

 Este proyecto consiste en una demarcación, un espacio exclusivo para las farmacias con indicaciones, para que un vehículo (auto) pueda estacionar que la persona con movilidad reducida, pueda llegar sin problemas a la farmacia, sin tener que caminar tantos metros.

 Esa demarcación con líneas blancas se encuentran en todas las farmacias, lamentablemente no se cumple, porque estacionan motos, no se lee las indicaciones y de las oficinas de tránsito nada se hace para que la gente vaya tomando conciencia y deje libre estos espacios.

Respecto al estacionamiento medido, Farmacia Monzón pensó en sus clientes y si se demoran en atender al cliente, más de 15 minutos, la farmacia se hace cargo del pago del estacionamiento medido.

Esas acciones y muchas más, la convierten en la Farmacia del Pueblo, que piensa en sus clientes, una farmacia que te asesora en todo lo que necesitas, un lugar en donde ingresa un cliente y se retira un amigo/a, una farmacia con empatía, solidaria, en donde trabaja un grupo de personas que se han contagiando de esa forma de ser que tiene Daniela Monzón.

En definitiva Monzón es la farmacia de la gente.