¿Impuesto a la riqueza o a la producción?

Desde la filial Bragado de la Federación Agraria y en consonancia con lo dispuesto por la representación del sector, a nivel nacional y provincial, queremos manifestar nuestra disconformidad con el proyecto presentado por legisladores del Frente de Todos, que argumentando la situación extraordinaria que ha generado la pandemia del COVID-19, proponen la creación de un aporte extraordinario, por única vez, que prima facie “grabaría” las grandes fortunas. 

La realidad es que el proyecto de creación de este nuevo tributo, lejos está de grabar las grandes fortunas, y en definitiva terminan siendo aportantes los sectores de la producción agropecuaria y también pymes de mediana escala, lo cual solo tendrá como efectos, desalentar la inversión y en definitiva terminará atentando contra la generación de empleo.

El monto límite establecido para ser excluido del gravamen, comprende dentro de su cálculo, al capital de trabajo, y a los bienes de cambio, maquinarias y equipos, con lo cual productores de mediana escala y empresas prestadoras de servicios quedarán comprendidas en el tributo que se pretende aprobar.

Recordemos además que se trata de un impuesto que terminará siendo confiscatorio y distorsivo, que, además, no será coparticipable, por lo cual será manejado con discrecionalidad por el poder central, no retornando a las provincias, y que en el caso del sector agropecuario se suma a lo aportado en derechos de exportación, y el resto de los impuestos nacionales y provinciales, que hoy elevan la presión tributaria, muy por encima del 60 por ciento. Esta nueva medida, intenta ahogar aún más a los sectores medios, generando aún más descontento en un sector que no soporta otro golpe al bolsillo.

Entendemos la coyuntura que se vive por la pandemia, y hemos aportado con esta presión tributaria sofocante, también hemos contribuido con nuestras comunidades, pero consideramos que, si se respeta la redacción del dictamen de mayorías, este gravamen golpea más a la producción, que a la riqueza. Razón por la cual instamos a bloques oficialistas y opositores a debatir y realizar las modificaciones necesarias para que este nuevo impuesto, denominado a las grandes fortunas, tenga como destinatario a estas, y no solo se trate de un título elegante para seguir golpeando a los sectores productivos.