Especial para Info 24: Sombra Informativa

En el ajedrez político de Bragado, no siempre el esfuerzo se traduce en reconocimiento. Y si alguien lo sabe bien es Lilian Labaqui, concejal de la Unión Cívica Radical y actual presidenta de la comisión de Calidad de Vida del HCD, que a pesar de su trabajo sostenido durante casi cuatro años. quedó afuera de ciertas decisiones y selecciones internas que marcaron el rumbo del último tiempo.

Labaqui no es una concejal de escritorio. Su estilo frontal y su capacidad para debatir en el recinto la convirtieron en una de las voces más firmes de la oposición. Desde la Ordenanza de Ética Pública y Transparencia, con la que buscó ponerle un freno a la discrecionalidad política, hasta la extensión de sesiones en diciembre, que incomodó a varios colegas que preferían cerrar el año sin debates, la edil ha demostrado que su agenda incomoda. Y en política, incomodar muchas veces se paga caro.

En los pasillos del Concejo se comenta que su exclusión en determinadas decisiones no fue casualidad: hay quienes no le perdonan haber elevado la vara de la discusión, “Labaqui te marca la cancha, y eso no siempre gusta”, deslizó un concejal en off.

Paradójicamente, mientras algunos sectores la relegan, afuera del recinto su figura crece. Vecinos y referentes sociales valoran su compromiso y la coherencia de una dirigente que no se calla cuando algo no cierra. Esa visibilidad la coloca en un lugar incómodo para su propio espacio político: la reconocen como trabajadora, pero no terminan de abrirle las puertas del protagonismo que merece.

El caso de Labaqui refleja una realidad que se repite en muchos Concejos Deliberantes: los lugares de poder no siempre se otorgan al que más aporta, sino al que mejor se acomoda en las negociaciones de pasillo. Ella eligió otro camino, el del trabajo legislativo duro, la presencia en las sesiones y la defensa de proyectos que apuntan a transparentar la gestión pública.

Hoy, sin ser “la elegida” en las selecciones internas, Labaqui sigue marcando la agenda con iniciativas propias y debates que pocos se animan a dar. No será la más funcional a los armados políticos, pero sí es una de las concejales que más le aporta calidad al HCD. Y eso, guste o no, la convierte en una jugadora de peso a la que tarde o temprano habrá que volver a tener en cuenta.