La Justicia decretó la quiebra de Alimentos Refrigerados S.A. (ARSA), la firma que producía los yogures, flanes y postres de la marca SanCor bajo las etiquetas Shimy, Sancorito, Sublime, Flanes Caseros SanCor, Vida, Yogs y Primeros Sabores.

La medida fue dispuesta por el juez Federico Güerri, del Juzgado Comercial N°29, quien ordenó la liquidación final de la compañía y el cierre definitivo de sus plantas.

La principal planta de ARSA funcionaba en Lincoln, donde trabajaban 180 personas, mientras que otras 200 estaban empleadas en la fábrica y el centro de distribución que la empresa mantenía en Córdoba. Su red de distribución llegaba a 165 puntos en todo el país y abastecía a unos 70.000 comercios cada semana.

El grupo Vicentin había gestionado la empresa hasta mediados de 2023, tras haberla adquirido en 2016 a la cooperativa SanCor por unos 100 millones de dólares. En los últimos años, la gestión pasó a manos de los empresarios venezolanos Manuel y Alfredo Fernández, también responsables de La Suipachense, a través de la firma Maralac S.A.

La disolución se concretó luego del fracaso del concurso preventivo iniciado en abril de 2024. Pese a que se mencionaron posibles interesados en rescatar la compañía, no se presentó ninguna oferta concreta, lo que llevó al cierre definitivo.

En su presentación judicial, ARSA había atribuido su crisis a la caída del consumo, la inflación y los altos costos de producción, además de las políticas de control de precios del gobierno anterior. En los últimos meses, los trabajadores cobraban sueldos de manera parcial, en cuotas o con retrasos, llegando incluso a percibir solo el 25% del salario en negro. Además, hacía más de tres años que no se realizaban aportes a la obra social, lo que agravó la situación de los empleados y sus familias.

La quiebra de ARSA representa un fuerte golpe para la economía de Lincoln y deja a 180 familias sin empleo en una región con fuerte tradición agroindustrial.

Fuente: La Trocha Digital