Natalia Quintana: una voz radical que irrumpe en el Senado con equilibrio y proyección
Las elecciones legislativas de 2025 dejaron un mapa político complejo en la provincia de Buenos Aires. La Cuarta Sección Electoral fue uno de los epicentros de las sorpresas, con intendentes de gestiones consolidadas que perdieron terreno, la irrupción de nuevas fuerzas y una polarización que volvió a condicionar al electorado.

En ese escenario adverso, la dirigente radical de Leandro N. Alem, Natalia Quintana, logró un triunfo personal y fue electa senadora provincial por el espacio Somos Buenos Aires, un frente que debutó en estos comicios buscando consolidarse como alternativa al kirchnerismo y a La Libertad Avanza.
“En principio, para nosotros fue una sorpresa. En el primer impacto lo vivimos así, aunque después, analizando más en detalle, advertimos que fuimos una de las pocas secciones que logró romper un piso muy bajo de Somos Buenos Aires”, reconoció. La legisladora admitió que, pese a las expectativas generadas por la presencia de intendentes radicales en la región, la campaña corta y el formato electoral novedoso limitaron la capacidad de instalar con fuerza la identidad del espacio.
En su análisis, el voto ciudadano estuvo atravesado por la crisis social y económica: “La sociedad vota con los platos que puede poner en la mesa. Lo que vimos en la calle fue angustia y desolación. Al principio, el gobierno nacional generó adhesión con la baja de la inflación, pero el impacto en los bolsillos fue inmediato”.
Respecto de la derrota de intendentes radicales en distritos clave como Lincoln y Junín, Quintana sostuvo que la lógica nacional terminó absorbiendo la discusión provincial: “Pensábamos que el desdoblamiento iba a favorecer un debate territorial, pero la ciudadanía siguió atrapada en la polarización entre kirchnerismo y mileísmo”.
La senadora electa también defendió el rol del Estado como sostén de la sociedad, criticando los ataques de La Libertad Avanza a pilares fundamentales: “En pueblos chicos ni siquiera hay escuelas privadas; la mayoría de nosotros estudiamos en la escuela pública. Lo mismo pasa con hospitales como el Garrahan, que forman parte de la identidad argentina”.
Más allá del complejo escenario político, la llegada de Natalia Quintana al Senado bonaerense marca un hecho significativo para el radicalismo. Con experiencia en gestión educativa y social, y con una firme convicción en la construcción de consensos, se perfila como una dirigente con capacidad para aportar equilibrio y futuro. Su estilo, alejado de los extremos, la proyecta como una referente renovadora que honra las raíces radicales y abre camino a una nueva generación de líderes bonaerenses.
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