El pasado sábado, la Sala Dómine se vistió de música y emoción con una muestra de canto que reunió a alumnas y alumnos de distintos niveles, quienes deleitaron al público con un variado repertorio musical. La sala, colmada de espectadores, fue testigo de una noche mágica en la que el arte vocal fue el gran protagonista.

Bajo la guía de su profesora Adriana Martínez—cuya dedicación se reflejó en cada presentación—, los y las intérpretes recorrieron distintos géneros musicales, desde lo romántico, el folclore y el tango, canciones populares contemporáneas. Cada uno dejó su huella en el escenario, entregando lo mejor de sí en cada interpretación.

El ambiente fue cálido y emotivo, con familiares, amigos y amantes de la música aplaudiendo con entusiasmo tras cada actuación. Se vivieron momentos especialmente conmovedores cuando algunos jovencitos, con apenas sus primeros pasos en el canto, sorprendieron al público con su calidad vocal, soltura y sensibilidad artística. Sin dudas, muchos de ellos tienen un promisorio futuro en el mundo de la música.

La muestra no solo fue una exhibición de talento, sino también un claro reflejo del trabajo constante, el compromiso y el amor por el arte. Fue, además, una oportunidad para compartir, emocionarse y valorar el esfuerzo de quienes apuestan por la cultura y la formación artística en nuestra ciudad.

Eventos como este enriquecen la vida cultural local y demuestran que el arte sigue siendo una herramienta poderosa para conectar, expresar y soñar.