Luego de semanas de negociaciones infructuosas, el partido vecinal Unidos por Bragado decidió retirarse de la alianza «Somos Buenos Aires» y no competir en las elecciones municipales de este año. La decisión se tomó tras no lograrse un lugar competitivo en la lista de candidatos, lo que dejaba al espacio vinculado al vicentismo con chances prácticamente nulas de obtener representación.

Desde el inicio, la integración forzada por la Junta Electoral había generado tensiones. Lo que parecía una alianza de conveniencia terminó siendo un punto de quiebre. La gota que rebalsó el vaso fue la negativa de otros espacios, particularmente Acción para el Desarrollo, a reordenar la lista para permitir un ascenso de las candidaturas del vicentismo.

En la nómina definitiva, Verónica Tucci quedaba relegada al cuarto lugar y Malena Católica al sexto, posiciones sin expectativas reales de ingreso al Concejo Deliberante. Los esfuerzos por modificar esa situación no prosperaron, y finalmente Unidos por Bragado optó por retirarse, en una postura que no es solo táctica, sino también simbólica: no legitimar una lista que no lo representa ni respeta su peso político.

El impacto es fuerte: el frente pierde a uno de sus espacios más significativos y, por primera vez en años, Bragado tendrá una elección sin la participación directa del partido del exintendente Vicente Gatica, que aún conserva representación legislativa y gobernó la ciudad hasta 2023.